Circuito verde, naranja y rojo. En el transporte internacional marítimo, son los términos por los que se conocen los tres estados en los que puede encontrarse la mercancía a la hora de pasar el despacho de aduanas.
Circuito verde significa que no ha habido ningún problema. Circuito naranja significa que están revisando la documentación y podrían requerir documentación adicional. Por último, canal rojo, significa que la mercancía ha sido detenida para una inspección.
La mercancía llega a aduanas para el despacho. Las autoridades aduaneras revisan la documentación proporcionada, pueden pasar tres cosas:
La clave para que nuestro despacho no se convierta en un proceso largo y costoso, debemos aportar correctamente la documentación requerida.
De igual forma, es recomendable preparar la documentación con mucho cuidado. Es importante aportar la documentación a tiempo, de forma ordenada y limpia. Y por supuesto debe estar completa e incluir todos los certificados que se necesitan para exportar o importar de un país a otro.
Antes de ser marcados para una inspección, los contenedores se encuentran habitualmente en el muelle. Esta es la zona en la que esperan hasta embarcar en el buque.
Pero una vez que se ha decidido que un contenedor o grupaje debe ser inspeccionado, se tiene que llevar a un almacén especial, generando un coste adicional por el transporte.
En dicho almacén, la inspección es normalmente realizada por tres personas. Primero, el despachante de aduanas, que comprueba realmente el trabajo que se realiza. Un miembro de la guardia civil y un tercer profesional especialista en este tipo de inspecciones.
En esta inspección habitualmente tienen que abrir el contenedor y sacar algunos bultos para poder ver la mercancía correctamente. En ocasiones tienen que vaciar todo el contenedor, lo que significa que tienen que entrar dentro del contenedor para sacar hasta el último bulto.
Desde el transporte al almacén hasta el vaciado del contenedor, se genera una serie de costes. Deberá abonarlos el importador.