Una de las tareas más complejas a las que de igual forma se enfrenta un importador, es la de conseguir y conocer todos los certificados, regulaciones, permisos, etc. Estos trámites también son necesarios para que su producto pueda entrar dentro de las fronteras de la Unión Europea. Debido a esto, en el caso de incumplimiento o negligencia que este relacionada con el producto importado, la responsabilidad no recae sobre el fabricante, sino íntegramente sobre el importador.